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Hola, somos Wilson y Carmen, un matrimonio que hace más de 26 años iniciamos la mayor de las empresas: convivir.

Con tres hijos y un hermoso nieto, podemos decir sin lugar a dudas que nuestro balance al dia de hoy es muy positivo, Dios nos ha bendecido de mil maneras, y a las puertas del medio siglo de vida, estamos en la mejor etapa de nuestra existencia. Por ello creamos este Blog, para compartir con quien las quiera recibir, las bendiciones que Dios nos ha dado a través de Su palabra, y los tips que nos llegan para tener una vida más saludable y placentera.

Y de eso se trata Vivir Mejor, de compartir. Queremos compartir contigo las cosas que nos han llevado a mejorar nuestra calidad de vida, que se habia deteriorado a causa del stress y las preocupaciones. Tenemos la esperanza de que algo de lo que encuentres aquí, pueda ser de bendición para tu vida, para tu salud y para la de los que amas.

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viernes, 11 de febrero de 2011

La Aguja de Oro

Había una señora que desconfiaba mucho de todas las personas, siempre estaba culpándolas por cualquier cosa, así que ella vivía sola, pero tenia de ayudante a una muchachita.


Una de las cosas que más quería esa señora era una aguja de oro con que cosía todas las tardes, hasta que un día por más que la buscó no la encontró.Así que acuso a la muchacha, y le dijo que ella era la que había robado su aguja de oro y la despidió.

Un día por la tarde la señora decidió ir al patio y encontró un lindo nido que le llamó la atención, subió a ver a los pajarito y ...¡sorpresa!, encontró que su aguja de oro estuvo ahí todo el tiempo.

El Pájaro había tomado el hilo con la aguja para construir su nido.

La señora se sintió muy mal por haber despedido a la única persona que en verdad la cuidaba y la quería.

Nosotros debemos aprender a no juzgar a las personas antes de saber la verdad, porque nos podemos equivocar, y puede ser que esa equivocación nos duela mucho.

Cuantas veces hemos destruìdo a alguien por juzgarle apresuradamente. Pidamos a Dios sensibilidad para poder vivir equilibradamente.

No harás injusticia en el juicio, ni favoreciendo al pobre ni complaciendo al grande; con justicia juzgarás a tu prójimo. Levìtico 19:15.

Al tiempo que señalaré Yo juzgaré rectamente. Salmo 75:2.

Recuerda que la palabra de Dios jamás vuelve vacía,
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