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Hola, somos Wilson y Carmen, un matrimonio que hace más de 26 años iniciamos la mayor de las empresas: convivir.

Con tres hijos y un hermoso nieto, podemos decir sin lugar a dudas que nuestro balance al dia de hoy es muy positivo, Dios nos ha bendecido de mil maneras, y a las puertas del medio siglo de vida, estamos en la mejor etapa de nuestra existencia. Por ello creamos este Blog, para compartir con quien las quiera recibir, las bendiciones que Dios nos ha dado a través de Su palabra, y los tips que nos llegan para tener una vida más saludable y placentera.

Y de eso se trata Vivir Mejor, de compartir. Queremos compartir contigo las cosas que nos han llevado a mejorar nuestra calidad de vida, que se habia deteriorado a causa del stress y las preocupaciones. Tenemos la esperanza de que algo de lo que encuentres aquí, pueda ser de bendición para tu vida, para tu salud y para la de los que amas.

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domingo, 12 de febrero de 2012

¿Qué te puedo decir? Si mis ojos aún brillan por ti



Yo, el Señor, te llamé y te tomé por la mano, para que seas instrumento de salvación; yo te formé, pues quiero que seas señal de mi pacto con el pueblo, luz de las naciones. Quiero que des vista a los ciegos y saques a los presos de la cárcel, del calabozo donde viven en la oscuridad.
Isaías 42, 6-7

Diariamente tenemos que enfrentar un sin fin de problemas, llamados también circunstancias; sin embargo, aunque no lo creas son de verdad necesarias.
Duelen mucho todas estas carencias de dinero, tener que decir que no a tus necesidades más básicas, o peor, a las necesidades de tus hijos o tu esposa. Llega un momento en el que creemos que no hay escapatoria.
Nos ahogamos porque no tenemos la menor idea de cómo hacer para ponerle fin a tanta deuda que nos aprisiona, o a los conflictos con nuestros hermanos, esposo/a e hijos.

Incluso; te pasa que cuando peor estás, tocan a tu puerta problemas ajenos, quizás más graves que los tuyos (o sólo diferentes), pero que te llevan a misericordia, y al final del día terminas con más cargas que las que puedes soportar.

Es entonces cuando oramos y clamamos: Padre! Dime heme aquí! (Isaias 58:9), y al parecer el cielo está en completo silencio u ocupado porque no contesta ni una de nuestras oraciones.

Sin embargo, nada de eso es cierto.

Lo digo porque lo estoy pasando, lo estoy viviendo en el día a día. Perdón, lo estamos viviendo, lo estamos pasando, porque ni mi esposa ni mis hijos están ajenos a toda la situación.

Pero me he encontrado con la tremenda y hermosa noticia de que Dios lo permite para que me goce en El solamente:
  • El desea que aprenda a tener fe,
  • El anhela que sea un hijo lleno de convicción en lo que ha decidido creer,
  • El desea que yo (sí yo!), sea un guerrero listo para la batalla!,
  • El anhela que yo busque Su sabiduría,
  • El quiere que yo le busque ansiosamente, desde lo más profundo de mi corazón.

En estos últimos días arremetieron a mi casa una cantidad de problemas nada favorables y junto con ellos una serie de circunstancias nada bonitas ni agradables.

No dije, como en otros tiempos: ¿Por qué, mi Dios?
Dije por favor si puedo ayudar, entonces, úsame para resolver este problema de una vez por todas. Entonces hice un intento de hallar la solución pero antes de llevarlo a cabo le dije a Dios:
Padre amado, que sea Tu voluntad.

Al día siguiente Su voluntad no fue la que yo esperaba, ¿por qué? no lo sé. 
Solo sé de la dicha que sentí luego; fue como si todos esos problemas económicos desaparecieran en un instante.

Ver y escuchar a mi hijo hablarle a sus amigos de la palabra de Dios con entusiasmo. Contemplar a mis esposa orar con tal devoción por el día que recibe, ver a mis hijas cerrar sus ojos para bendecir los alimentos, sentarme a la mesa cada día con niños que Dios ha enviado a mi casa, y verlos con hambre de Dios, hizo que mis ojos se humedecieran y sentí mi corazón palpitar rápidamente por mi Padre Celestial.

Entonces, el amor de Dios fluyó en mí y me quemó hasta los huesos, me detuve un momento y observé más a mi familia, vi sus movimientos, como caminaban y recordé años atrás cuando ni siquiera le prestaban atención a Dios.
Recordé los días en que en mi casa mi esposa se negaba a recibir palabra de Dios, recordé como me arrodillaba al lado de mi cama y lloraba pidiendo al Señor que me ayudara. Recordé con tanto cariño cuando mis hijos recibieron a Cristo, y cómo juntos, en el cumpleaños de mi amada la llevamos a los pies de Jehová.

Me he dado cuenta que todo, absolutamente todo, es parte de un crecimiento espiritual que no es solo mío sino también de mi familia.

Es hermoso ver como nadie come en la mesa antes de decir Gracias Padre por los alimentos y lo más bello es que no soy solo yo quien ora, sino que nos turnamos, en cada comida.

Mi corazón descansa contento cuando antes de dormir mi hijo me pide que oremos, o mis hijas me bendicen para dormir, o cuando mi esposa me pide que oremos en el nombre de Jesús, por algún dolorcito de nuestro nieto.
Me siento amado por Dios cuando me envía a ese amigo cuyo matrimonio se está destruyendo, o por los niños que llegan a casa en busca de consuelo y provisión (que no sé como, pero siempre aparece).

No termino de sorprenderme del tremendo amor que mi esposa tiene por los niños, y como ellos lo sienten y se acercan a ella en busca de una demostración de cariño.
 
No puedo dejar de pensar que Dios a depositado en nosotros una confianza de la que no me siento digno, pero a su vez, me ayuda saber que El nos limpia, El nos purifica, y El sólo El nos dignifica para ser Sus manos aquí, en este mundo.

Queridos amigos:

Lo material se va, un viaje por el mundo se termina, el mejor y más caro de los colegios en el que inviertas más que en tu relación personal con Dios, no tiene ningún valor cuando Dios no está ahí, presente.

Si incluyes a Dios en tus planes, entonces ¡adelante!

 

DIOS NUNCA DEJA DE SER.

SIEMPRE ESTA A TU LADO.

 

DOY GRACIAS A DIOS CADA UNA DE LAS CARENCIAS QUE TENGO ACTUALMENTE Y  TAMBIÉN PORQUE TODO ELLO ESTA HACIENDO QUE MIS HIJOS TENGAN UN CORAZÓN HUMILDE Y ESO ES MÁS DE LO QUE NUNCA SOÑÉ.

Si estos mensajes son de bendición para ti, compártelos con tus contactos.

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