Esos momentos difíciles de la vida,
esas situaciones inesperadas que se nos presentan la mayoría de las veces sin siquiera imaginarlo,
esas largas pruebas que parecen no terminar nunca, son sin duda las que mas tristeza nos provocan.
Un día estás viviendo un sueño, Dios bendice todo lo que haces,
tu familia, el trabajo de tus manos, tu salud, TODO.
Vas por la vida con una sonrisa de oreja a oreja; todo parece ir bien, te sientes lleno de energía,
y agradecido por todo lo bueno que te pasa,…
pero en un abrir y cerrar de ojos, de la nada te encuentras envuelto en una situación complicada,
dolorosa, algo que de repente y sin saber como, llegó a provocar un contraste total en lo que
parecía pura felicidad.
Todo tu mundo y tu seguridad se derrumban y te sorprendes por la prueba.
Sentimientos encontrados y muchas dudas vienen a tu mente, dolor, incertidumbre, desconfianza,
tristeza, desánimo y toda clase de cosas que te roban la paz. Las personas te aconsejan y te dicen
que todo estará bien, pero tu piensas que es demasiado fácil opinar desde el lugar del espectador,
y sinceramente es cierto, pues a veces hay que estar exactamente en la misma situación para
alcanzar a comprender a la persona que esta sufriendo, como dice el dicho popular:
“hay que estar en los zapatos del otro”.
Es tan difícil mantener un buen animo en medio de una prueba o dificultad,
pues aunque buscamos consejos y apoyo nadie sabe exactamente como nos sentimos,
nadie, excepto Dios.
El es el único que sabe en que momento y por que razón pasan las cosas,
a Él no se le puede ocultar nada, ningún sentimiento, ningún pensamiento,
nuestro corazón esta completamente expuesto delante de Él, y lo que es mejor,
no solo es un espectador más,
El es el único que tiene la medida de tus zapatos para ponerse en ellos,
comprender lo que sientes, y brindarte su ayuda incondicional.
A pesar de saber que Dios está en control, y que en un alto porcentaje del día sentimos paz
y tranquilidad, muchas veces nos ponemos la careta de que “está todo bien”,
cuando en realidad no es así.
Nos ponemos la careta por quienes nos rodean y nos necesitan fuertes, y también por nosotros mismos.
Pero queda un porcentaje del día, en el cual nos quedamos solos, con Dios; y nos invade esa tristeza,
esa sensación de abandono y soledad que embarga nuestro corazón, que nos lleva a las lágrimas,
al desánimo y a preguntarnos o a preguntarle al Señor: …porqué!
No siempre encontramos un “porque” para cada situación,
pero a la larga podemos ver el “para que” de las pruebas.
Las pruebas no se hicieron para hacer sufrir a nadie,
se hicieron para enseñarnos a ser fuertes,
a saber apreciar la felicidad.
Creo que si no conociéramos la tristeza,
no sabríamos cual es la diferencia entre ella y la alegría,
si no conociéramos la necesidad, no apreciaríamos la abundancia,
si no sufriéramos una enfermedad, jamás agradeceríamos la salud...
Estoy viviendo épocas de dificultad mientras escribo esto, épocas en las que no sé,
ni logro entender la razón de lo que hoy me pasa, y si estoy escribiendo estas líneas
es porque llevo varios días con una profunda tristeza en mi corazón
y me he sentido realmente agotado por la prueba.
Al escribir me libero y el primer bendecido soy yo, porque acabo de adquirir, mejor dicho,
de re adquirir la profunda certeza de que todo está en manos de Dios y que El tiene un propósito,
y siempre, siempre un final feliz.
Dios quiera que, si estás pasando por algo similar, esta nota te sirva para bendecirte con la misma certeza.
Mantén el ánimo en las pruebas, que si te han tomado por sorpresa,
también serás sorprendido por el resultado que Dios tiene para ti.
Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios…
…para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón,
si habías de guardar o no sus mandamientos.
Deut. 8:2
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Lamento mucho que estes triste. Te amo
ResponderEliminarhola wilson, lamento lo que estas pasando pero dios te bendice y me bendijo a mi al leer eto tan bello, vivo en una rueba continua, por la salud de ximena, beso, los queremos mucho!!
ResponderEliminarHola Wil, todo tiene su ciclo, a veces estamos en la baja y otras en alta, te entiendo por lo que pasas y creo que a todos nos tocó o nos tocará en algún momento pasar por situaciones muchas veces incomprensibles, pero que después se logran comprender. Te deseo mucha fuerza para sobrellevar estos momentos difíciles, pero debes estar seguro que pronto llegará la luz. Un fuerte abrazo Wil.
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