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Hola, somos Wilson y Carmen, un matrimonio que hace más de 26 años iniciamos la mayor de las empresas: convivir.

Con tres hijos y un hermoso nieto, podemos decir sin lugar a dudas que nuestro balance al dia de hoy es muy positivo, Dios nos ha bendecido de mil maneras, y a las puertas del medio siglo de vida, estamos en la mejor etapa de nuestra existencia. Por ello creamos este Blog, para compartir con quien las quiera recibir, las bendiciones que Dios nos ha dado a través de Su palabra, y los tips que nos llegan para tener una vida más saludable y placentera.

Y de eso se trata Vivir Mejor, de compartir. Queremos compartir contigo las cosas que nos han llevado a mejorar nuestra calidad de vida, que se habia deteriorado a causa del stress y las preocupaciones. Tenemos la esperanza de que algo de lo que encuentres aquí, pueda ser de bendición para tu vida, para tu salud y para la de los que amas.

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martes, 15 de noviembre de 2011

La Camisa



Raúl de 8 años, entró en su casa, después de clase,
pisoteando fuerte y pateando el piso.
Su padre, que se dirigía al fondo, al verlo entrar, lo llamó para hablar.
Raúl lo acompañó desconfiado.

Antes que su padre hablara algo, Raúl dijo irritado:


- Papá, estoy con muchísima rabia.
Joaquín no podría haberme hecho lo que hizo.

Su padre, un hombre sencillo pero sabio, escuchaba a su hijo
mientras ese seguía con su reclamo.


- Joaquín me humilló delante de mis amigos.
¡Me gustaría que le pasase algo malo!


El padre escuchó todo, callado, mientras caminaba
buscando una gran  bolsa de carbón.

Llevó la bolsa hasta el fondo y le dijo a Raúl:

- Hijo, quiero hacerte una propuesta.
Imaginemos que aquella camisa blanca que está en el tendal
es tu amigo Joaquín y que cada trozo de carbón
es un pensamiento malo que tu le envías.
Quiero que tires todo ese carbón en la camisa,
hasta el último trozo y dentro un rato vuelvo para ver como quedó.


Al niño le pareció un divertido juego,
la camisa estaba colgada lejos y pocos trozos acertaban al blanco.
El padre que miraba todo, le preguntó:


- Hijo, ¿como estás ahora?


- Estoy cansado,
pero feliz porque acerté unos cuantos trozos de carbón en la camisa.


El padre miró a su hijo, que no entendía la razón de aquél juego, y dijo:


- Ven, quiero que veas una cosa.


El hijo fue hasta el cuarto y se miró en un gran espejo. ¡Que susto! Raúl solo conseguía ver sus dientes y ojos. Su padre, entonces, le dijo:


- Viste que la camisa casi no se ensució....
pero fíjate en ti mismo, estás negro de carbón.
Las cosas malas que deseamos a los otros son como lo que te pasó a ti.
Aunque consigamos perturbar la vida de alguien con nuestros pensamientos,
los residuos de esos se quedan siempre en nosotros mismos.


Reflexión:
El rencor ensucia tu corazón,
el perdón lo purifica.


Mateo 5:44

Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos,
bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen,
y orad por los que os ultrajan y os persiguen.

Lucas 6:31

Y como queréis que hagan los hombres con vosotros,
así también haced vosotros con ellos.

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