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Hola, somos Wilson y Carmen, un matrimonio que hace más de 26 años iniciamos la mayor de las empresas: convivir.

Con tres hijos y un hermoso nieto, podemos decir sin lugar a dudas que nuestro balance al dia de hoy es muy positivo, Dios nos ha bendecido de mil maneras, y a las puertas del medio siglo de vida, estamos en la mejor etapa de nuestra existencia. Por ello creamos este Blog, para compartir con quien las quiera recibir, las bendiciones que Dios nos ha dado a través de Su palabra, y los tips que nos llegan para tener una vida más saludable y placentera.

Y de eso se trata Vivir Mejor, de compartir. Queremos compartir contigo las cosas que nos han llevado a mejorar nuestra calidad de vida, que se habia deteriorado a causa del stress y las preocupaciones. Tenemos la esperanza de que algo de lo que encuentres aquí, pueda ser de bendición para tu vida, para tu salud y para la de los que amas.

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viernes, 25 de noviembre de 2011

UNA VIRTUD ESPECIAL



Lectura: 1 Corintios 9:24-27

"El fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza…"
Gálatas 5:22-23

En su libro Food in Medieval Times [Comidas en la Edad Media],
Melitta Adamson escribe sobre los deleites culinarios en la Europa
de aquella época. Carne de animales salvajes, pasteles, budines y
otras comidas exóticas ilustran el placer creativo de preparar alimentos.
Pero con todos estos manjares maravillosos hay un problema:
comer en exceso.

Esta tendencia se agravaba con el calendario cristiano,
colmado de ayunos y de fiestas.
En general, la glotonería seguía a la abstinencia alimentaria.

Para tratar este problema, el teólogo Tomás de Aquino
destacó la cualidad del carácter cristiano de la templanza,
a la que denominaba «una virtud especial».
Consideraba que el dominio propio
debía extenderse a todas las áreas de la vida.

Para el creyente, la templanza o moderación no procede
de una profunda fuerza de voluntad humana,
sino del Espíritu Santo que nos la da:
«El fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza…»
(Gálatas 5:22-23).
El dominio propio es esa característica generada por el Espíritu,
que nos capacita para tener «mucha disciplina» (1 Corintios 9:25 NVI).

El exceso de indulgencia en la comida, el descanso, el trabajo, la recreación,
el servicio y una variedad de «cosas buenas» sólo puede corregirse
con el equilibrio de la templanza.
Dedica unos minutos para pedirle a Dios que produzca en ti esta virtud especial.
  Reflexión:
Para tener dominio propio,
deja que te domine el Espíritu.

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